Conocemos poco de nuestro mundo interior. Muchos de nosotros crecemos despegados de nuestro mundo interior, buscando respuestas en el exterior.

Comida, tabaco, alcohol, casino, horas frente a la pantalla, todo para no sentir. Los seres humanos hacemos muchas cosas para no sentir, para desconectarnos.

El mundo interior nunca se calla. Al contrario, se vuelve más ruidoso entre más lo ignoramos.

Familiarizarnos con nuestro mundo interior es un trabajo de todos los días. 10 min al día inicia por sentarte contigo misma en la quietud en el silencio para entrar en contacto íntimo con tu mundo interior.

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Con cariño
Ana Haro