Esta frase a mi me encanta, es la frase de todos los que hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos. Que intentamos mil veces y algunas veces fallamos o algunas veces somos mal interpretados o criticados… También muchas otras veces somos exitosos y logramos el “resultado”…

El hombre en la arena, es todo menos pasivo, es todo menos mediocre, es todo menos cobarde. Es el hombre que se cae mil veces y mil veces se levanta, es el hombre que tiene el crédito nada más por el simple hecho de seguir en el camino, de seguir en la arena, sin importar si gana o pierde él sigue intentando…

Nuestra arena, mi arena es mi vida y días como hoy (negros, negrísimos🙈😂), en donde parece que todo me salió “mal”, me recuerdo que lo único que vale la pena es seguir intentando…

Hoy tuve retos fuertes que si me preguntas, la verdad hubiera preferido no vivir, pero los viví y lo que me queda es solo integrar las lecciones de lo vivido. Aprendí que efectivamente lo único que todos vemos en otros es un reflejo de nosotros mismos. Aprendí, porque no me quedo de otra, a soltar emocionalmente lo que me afligió, hoy lloré como hace años no lloraba. De esas lagrimas que purifican y sanan. Porque hoy aprendí que puedo ser mal interpretada, y por más esfuerzos que yo haga por explicarme, las personas solo vencemos un reflejo de nosotros mismos. Conclusión, solo me queda regresar a mi intención, y mi intención es amorosa y compasiva, el mundo puede pensar lo contrario que yo estoy muy clara en mi intención y al final eso es lo único que puedo controlar. Lo que tú piensas de mí, no está en mi control.

Y todo esto es finalmente liberador para mí.

Días como estos la familia y las amigas son bendiciones. Me acompañaron y me escucharon. “Name the dragon” dicen por ahí, cuando algo te aflige no te lo guardes, busca a gente de confianza con quien compartirlo, así pierde poder sobre ti 😉

Con cariño

Ana Haro😘

anaharo.com

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