Esta es mi experiencia, mis observaciones, y porqué estoy caminado este camino.
Porque me sonó coherente.
Porque me resonó en el alma.
Porque me di cuenta que puedo hacerlo diferente.
Porque me di cuenta que lo que yo traía como “idea” de ser mamá, no era lo que mis hijos necesitaban. Ni tampoco estaba en sintonía contigo.
Porque me di cuenta que era YO la que tenía que trabajar en mí, para poder ser después mamá.
Porque no soy perfecta, porque no lo sé todo, porque me di cuenta que ser mamá es el trabajo más complejo que he hecho en mi vida y NADA en la vida me preparó para eso.
Porque NO se da de forma “natural”, lo único que hacemos es replicar nuestra infancia, con “mejoras” parchadas, pero al final, replicamos, proyectamos, nos apoyamos en “nuestros” hijos para sentirnos en “control”. Al menos de “algo” tenemos control.
Me di cuenta que nadie sale beneficiado con esto: ni tu mamá, ni tu hijo, ni la sociedad. Tu mamá, no sanas tus heridas de infancia (todos las tenemos, de una u otra forma) y los niños se vuelven un recipiente que recibe todo nuestro bagaje emocional mal procesado. Y así, de generación en generación.
Se puede hacer diferente. Ya lo estamos haciendo diferente. Así se empieza: buscando, informándonos, tomando un curso aquí, lees un libro allá, platicas, platicas y platicas de esto.
Hablemos de estos temas!! Ser mamá hoy es DIFÍCIL! Sí! No pasa nada con aceptarlo! Hay mucha presión de todos lados. Por aparentar que todo “fluye”. No, a veces no fluye y no pasa nada!. Así es esto! Del caos se creo el universo.
Tienes mamás solteras, mamás con salarios mínimos viajando en camión todos los días, mamás empresarias, mamás emprendedoras, mamás amas de casa, mamás en medios de comunicación, mamás en sectores privados y públicos (salud, servicios, etc), mamás en la política, etc. Es DIFÍCIL ser mamá! Vamos a decirlo no pasa nada!
Vamos a platicarlo. Es DIFÍCIL llegar a casa o estar en casa. Es DIFÍCIL conectar cuando has tenido un día pesado, es DIFÍCIL mantener el ritmo de vida en este mundo que nosotras mismas hemos creado. Una vorágine que no para! Por eso es necesario parar y platicar! Porque podemos cambiar el rumbo del mundo. Para eso hay que parar, y ver: qué estamos haciendo?, cómo lo estamos haciendo?, por qué lo estamos haciendo?. Estamos perdiendo el sentido de la vida.
Estamos juntas, vamos de la mano. No hay competencia, solo una hermandad gigante. Somos UNA, estamos en lo mismo. Queremos lo mismo: hijos felices, hijos capaces de disfrutar la vida, hijos sanos. Queremos un mundo en donde haya armonía, en donde reine el respeto del uno por el otro. No pasa nada, si nos detenemos, para ver a nuestro al rededor y ver cómo nos podemos ayudar.
Necesitamos platicar de esto. Ser mamá es DIFÍCIL y cada vez le subimos más a la intensidad. Porque nos juzgamos, porque nos alejamos de la esencia, porque nos enfocamos más en lo material, en las medallas, los logros, el nivel socioeconómico, en el “empaque”, pero el contenido no evoluciona, no se enriquece, no se mejora.
Las primeras que tenemos que reconocer que esto así no está funcionando somos NOSOTRAS! De ahí partimos para cambiar, primero nuestro mundo interior (salud emocional), después lo extendemos a nuestros hijos/marido y en automático la sociedad se ve beneficiada.
Lo que les comparto, es mi experiencia de todo corazón. He pasado por varias etapas en la vida, que me han permitido observar el sufrimiento de las madres en silencio, como nos autocriticamos, como nos juzgamos y proyectamos. Yo soy una de ellas y he tenido que trabajar eso, muchísimo. No es fácil, la cura no es instantánea, es un proceso de día a día. De escucharte, conocerte, aceptarte y amarte.
Con cariño
Ana
Sesiones abiertas.
Si quieren platicar conmigo de estos temas yo encantada de ayudar.