Estas fotos para mí tienen un significado maravilloso. Significan que rompí patrones y miedos. Ha sido otro momento crítico en mi vida, este episodio, este reto. Más bien fue un proceso.
Compre el boleto en mayo, y el evento era en septiembre. Con todos los pronósticos en contra (pronósticos míos obviamente y mentales) compre el boleto e hice las reservas pertinentes. Hasta busque roomie. Y mi mente estresada no paraba. Tuve ayuda, no lo hice sola, Javier me súper empujó a ir, en todos los sentidos. Y mi querida Maru dijo voy para allá con Javier y cuidamos a los niños, no te preocupes…
Dejar a los niños para mí es algo muy fuerte. Me genera mucha angustia y estrés. Primera vez desde que soy mamá, que salgo sin ellos, que duermo sin ellos. Y mi mente no paraba. Nada más que había algo en mi que decía, NECESITAS IR! Precisamente por todo esto que estás viviendo y así como lo estás viviendo TÚ Ana necesitas ir!. Haz lo que necesites hacer para ir. Fue una lucha mental súper fuerte. Mil historias pasaban por mi mente.
Me fui por prioridades, stock de leche para Emiliano (hice las paces con el saca leche, que me choca!, luego explico por qué). El stock de leche en sí fue un reto, porque con dos hijos a qué bendita hora! Me iba a sacar leche ! Pero me organice. Y luego, que el bebé quisiera tomarse la leche en bibe, cosa que nunca había hecho. Cosas tal vez muy “bobas” para muchos pero que para mí son un TEMA, por razones varias pero así es. Las voy trabajando con muchísima compasión hacia mi y así voy creciendo.
Pasaron mil cosas antes de que llegara el día, desde apagones, que pusieron en “peligro” mi stock de leche, hasta enfermedades, pero el punto es, todo se resumía en perspectiva y miedo. No sé como explicar esto sin sonar como “madre irresponsable”. La verdad es que fue exacto lo contrario. Me responsabilice de MI, deje todo aquí arreglado con puntos, comas y detalles y me fui, con todo y saca leche. Parte de mi “resistencia” a ir, era el que estoy “lactando”, pero a como me las gasto YO, la lactancia es cosa a largo plazo y está bien es MI tema. Pero también es la “excusa” perfecta para no hacer muchas cosas y seguir mi “status quo” hasta que se dé el destete. Por eso me lleve el saca leche, que tanto me choca. Y allá me chocó más!. Pero no paso nada así fue y está bien. Era parte del combo, parte de las lecciones, parte de mi aprender. Superar, superar y superar. Y fluir!.
Me fui porque era algo que YO necesitaba hacer. Y regrese con otra perspectiva, regrese con otra energía. Más YO, más conectada con lo que YO busco. No tanto por el evento en sí, sino porque para mí el evento fue IR y estar ahí, sin ellos. Y confiar, confiar y confiar y dejar de controlar TANTO!. Nada es “perfecto”, nada sale “idílico”, no se trata de eso. Se trata de ver la foto completa, de aprender las lecciones.
Claro que el evento, como cereza del pastel, estuvo muy padre, fue en un lugar bonito. Como no es masivo, conoces de cerca a muchas personas y puedes platicar, en serio platicar y conectar. Y aparte la compañía fue increíble, con las señoras que fuimos de aquí. Pero todo esto fue un “extra” para mí. Lo crucial lo viví antes de subirme al avión y al regresar.
Viví el cómo reintegrarme otra vez a mi día a día. Para nada me sentí “PESADA” de estar de regreso a la “rutina”, fue natural, muy orgánico. Como que me sirvió para “descomprimirme”. Fue una experiencia para mí muy valiosa. Y la compartí, aquí y allá, con gente muy hermosa. Soy muy afortunada.
Namasté
Ana