Hoy veo mi rol de mamá como algo súper sagrado. Una misión a la que me metí sin si quiera sospechar de lo que se trataba.

Hoy veo y descubro lo mágico, lo retador y extraordinario que es ser mamá. Qué significa ser mamá? Para mí es ser una guía, una compañera, una mentora de estos hermosos seres humanos. Partiendo del hecho, de que todos llegamos aquí con una misión en específico, y solo necesitamos que en nuestros primeros años, alguien nos acompañe, en este caso nuestros padres. Nos acompañen, desde el sentido “amplio” de la palabra. Acompañar como sinónimo de entender, escuchar más que hablar, practicar con el ejemplo más que lanzar sermones, apoyar más que imponer, guiar más que ordenar. Y en esta danza ayudar a establecer límites “sanos” y claros en congruencia con todo lo anterior. Y ese acompañamiento es el que a mi me está costando muchísimo trabajo. Porque la vida sigue y este es un proceso vivo que día a día se enriquece. La crianza es un Arte.

Son detalles que nadie te dice, pero que día a día vas descubriendo:

Es divertidisimo.
Es súper cansado.
A veces van a llorar los dos al mismo tiempo. Prepárate para no perder la cordura cuando ellos ya la perdieron.
A veces vas a pensar que con ninguno quedaste bien.
A veces vas a pensar que tu mejor esfuerzo no es suficiente.
A veces no vas a saber a quién atender primero, vas a tener razones para atender primero a cada quien. Obviamente no vas a poder y necesitas elegir.
Cosas muy simples, se van a complicar como no tienes una idea.
Lograr sincronía en la que sea, va a ser imposible, vas a ser una “PRO” en improvisar.
Vas a recibir los besos y abrazos más ricos del mundo.
Vas a besar y abrazar a las personas más hermosas del mundo, con las mejillas más suavecitas.
Siempre habrá alguien que reciba con alegría tus abrazos y besos.
Siempre habrá alguien a quien le da mucho gusto verte.
No habrá espacio para sentirse solo. Porque siempre habrá unos ojitos mirando, que devolverán una sonrisa.
Al final los ves tan inofensivos (dormidos) que no entiendes porque se te complica tanto la vida.
Escucharás mamá! millones de veces en el día con diferentes entonaciones, algunas más dulces que otras. Algunas te van a desquiciar y otras te van a derretir el corazón.
Subir y bajar del coche va a ser todo un ritual: sentar y abrochar a cada quien va a tomar su tiempo.
En el carrito del súper no va a caber el súper.
Te vas a reír como hace mucho no te reías.
Vas a ver cómo se te van los días sin darte cuenta a veces de en qué número vas.
Vas a estar más tiempo sentado en el piso que en una silla.
Vas a ver que las cosas más sencillas son las que más entretienen.
Si eres zurdo, ahora la derecha será tu nueva izquierda.
Todo lo que comas muy probable será compartido.
Te vas a dar cuenta de lo rígido que eras y como te han cambiado.
Vas a descubrir que el berrinchudo más grande eres tú.
Te va a doler todo al final del día y no vas a entender por qué, si tiene siglos que no vas al gym.
Te vas a preocupar por infinidad de cosas que antes no sabías ni que existían.
Vas a llorar de emoción por cosas muy simples.
Y todo esto… lo vas a vivir algunos días sin dormir.

Va a ser lo más trascendente que hagas en toda tu vida. Tu proyecto más grande. Tú mejor tiempo invertido, tus horas más dulces y tus peores momentos van a estar irremediablemente ligados a ellos.

Y la vida seguirá su curso.

Con cariño
Ana

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