– Frijoles hervidos y aplastados. Los frijoles caseros son un básico y son súper nutritivos!. También puedes hacer taquitos y mil versiones.
Yo los pongo así, me aviento el lunch (el emplatado) en las mañanas. Dejo todo listo una noche antes. Para en la mañana hacer todo más rápido.
– Jícama y zanahoria crudas. Yo soy fan de las verduras. Le meto cabeza para hacer que mis hijos las coman también.
Las verduras entre más crudas mejor. Si vas a hacer algo “cocinado” hazlo al vapor y que no se sobre cosa. Por ejemplo, los brócolis, que queden verdes y bien crujientes.
No es que mis hijos sean “buenos” para comer verdura, es que yo se las pongo todo el tiempo. Inevitablemente algún día se la comen. Si la ves en tu plato siempre, y ves que tu mamá le entra muy feliz a la verdura, pues se antoja!.
Aquí sin problema piden una zanahoria cruda como pedir una manzana, nada más por el placer de saborearla.
Te invito a ir introduciendo pequeños cambios en tu alimentación y a meter más verdura, inevitablemente tus hijos te seguirán (obviamente no toma un día, es importante que lo conviertas en un hábito 😉)
ANA HARO 