Desde siempre hacemos road trips, hemos hecho viajes a diferentes partes del país y al extranjero y ahora con los hijos no es diferente.

Hacemos viajes largos por carretera (trayectos de 12, 14 hrs o más ), y nos encanta. No les voy a mentir, hay momentos de caos y de estrés. Pero son lo menos, la mayoría del tiempo es placentero para todos.

Cómo le hacemos? Ahí les va…

Primero que nada somos realistas, de un tirón el viaje no sale. Sería súper matado. Y lo que menos queremos en las vacaciones es terminar todos de pleito. Qué hacemos? Dormimos a la mitad del tramo, es decir nos planeamos para llegar a “buena” hora a algún hotel de la ciudad, que quede en medio del trayecto.

Tenemos dos hijos, 1 y 3 años. Están chicos (niño y niña), y nos vamos en coche, y nos vamos sin iPad, ni películas, ni nada de pantallas. Sí se puede y sí la pasamos padre!.

Qué si llevo?, juguetes (varios), llevo snacks sanos, para TODOS, agua, el potty (baño), música (Spotify no falla). Y muchas ganas de pasarla padre. Le pongo empeño? Sí y mucho! Lo planeo, sí todo!. Qué voy a llevar y cómo. Me subo al coche y dejo de controlar, es hora de fluir. Y ver cómo se va dando todo. Aquí nada más es fluir y ejecutar!

Hacemos paradas? Obviamente!!! Y a veces no planeadas (para sacar el potty en medio de la nada), operación que ya tenemos dominada Javier y yo.

Se vende la idea de que viajar con niños es pesadilla. Es pesadilla cuando los adultos, queremos controlar y tener un viaje sin altibajos TODO el tiempo. Si llevas niños es IMPOSIBLE. Altibajos hay a cada rato. Viajar con niños es cansado SÍ y más si vamos renegando de eso todo el tiempo.

Primera regla de viajar con niños es aceptar que el viaje NO va a ser tranquilo.

Van a llorar, van a querer ir al baño, uno va a necesitar cambio de pañal, van a tener hambre (peor cuando uno toma leche materna), van a preguntar ya llegamos cada 5 segundos, van a querer bajarse y patalear, van a tirarse el agua (no sabes ni cómo porque el bote no se tiraba), el coche va a terminar como zona minada (amaranto, nueces, arándanos por todas partes), si tienes suerte se van a dormir (los míos a veces no se duermen), van a cantar a todo pulmón, van a platicar sin cansarse, y te van preguntar cuánto falta un millón de veces. Tú no vas a dormir nada, obviamente, y serás la mujer más flexible del mundo, atendiendo a todos desde el asiento del copiloto, incluyendo al piloto.

El punto es, de eso se trata viajar con niños. Es mucha locura y espontaneidad. Queremos un viaje tranquilo? No viajemos con niños. Seamos realistas.

Es 100% disfrutable si desde el inicio nos hacemos a la idea de disfrutar el caos que se arma. Y de fluir con eso y ver lo maravilloso que es tener una familia que va junta a todos lados. De verlos disfrutar cada interacción contigo, de verlos crecer a tu lado. De verlos maravillarse de TODO!. Es increíble. No cambio ni un viaje con ellos por nada del mundo. Son mi mejor regalo.

Sí se puede hacer diferente, es padrísimo y es pura conexión humana. De eso se trata la vida. De convivir!

El caos no se evita, se DISFRUTA!

Con cariño

Ana

#anaharomyjourney #myjourney_ana