“Integrando vida a la vida”. Esta frase me cambio la forma de ver mi vida. No crean, aún le batallo y bastante. Desde que soy mamá mi vida ha estado girando y girando, así la he sentido. Cambios constantes, constantes hasta al punto de sentirme “mareada”. He decidido abrazar el cambio, me tomo tiempo hacerlo y me costó mucho trabajo. No crean ni por un segundo que porque “escribo” tengo la vida resuelta y/o soy la persona “perfecta”, o clon del Dalái Lama. Nada, al contrario! me voy resolviendo la vida día a día. Es un trabajar conmigo misma cada día, es cansado y me frustro, me desespero… y con la misma me vuelvo a dar cuerda y le sigo. A estas alturas, mis mejores carcajadas me las aviento sobre mis propias anécdotas.
Me viene a la mente cuando estaba en el post parto de Ana Sofia, aprox dos meses de que había nacido y tome una entrevista de trabajo con unos americanos por teléfono. La verdad pensé que iba a ser “sencillo”, en lo que cabe, tomar la llamada. Controladora que soy/fui, tome precauciones de cuál era el mejor día, hora, segundo para hacerlo. No! Pesadilla, apenas empezó la llamada se arrancó llorando como si la estuvieran matando. Fue mi primera lección de “integra vida a la vida”. Claro! Como es de pensarse casi me da un infarto!. El botón de mute se desapareció del teléfono en ese momento Puff!. Obviamente el puesto no me lo dieron jaja. Pero el tema es, y luego? Cuál era mi miedo ? Qué iban a pensar ? Qué iban a decir ? La verdad nada de eso importaba, estaba yo en el post parto! Ellos lo sabían. Yo lo sabia, de eso se trata el post parto de mamás primerizas y bebés llorando. No sé que esperaban ellos, pero qué esperaba yo? Es lo más importante!
Y así como eso me han pasado infinidad de eventos bizarros con mis hijos. Y es que van conmigo a todas partes, soy mamá. Y he decidido serlo así. Sin juzgar, ni que me juzguen, así es para mí hoy. No siempre he sido así, antes juzgaba mucho y muy severo, empezando por mí. Yo me juzgaba muy duro y por lo tanto a los demás. En fin, la “grande” ya va a la escuela, pero el otro anda conmigo de arriba abajo y para mí así es. Y eso me ha ayudado a integrar vida a la vida. A dejar la pose, la perfección, el que dirán, el no estar en la posición correcta en las fotos por corretear/cargar niños. Eso me ha liberado!!! Porque puedo ser ! Porque no aparento, así soy, así somos. Es lo que es. No me escondo, no los escondo, en el sentido de que “soy”. Por su puesto que de vez en cuando pido a “gritos” un relevo, es cansado.
Todo este año ha sido muy intenso en este tema de “integrar vida a la vida”. Un evento tras otro en donde necesito fluir, sin juzgar ni juzgarme. Me metí a un “curso”, avisando antes a la instructora que iba a ir con un bebé de 10 meses. Me dijo está bien. Solo duramos 2 sesiones de las 20 jaja. Emiliano es muy tranquilo pero es un bebé y cae en gracia, así que distrae al grupo de señores/señoras. A mi eso no me importa, yo pienso que en la edad adulta, uno escucha lo que tiene que escuchar, a veces las personas nos distraemos más con nuestro ruido interno (pensamientos) que con lo externo, pero para la instructora si era importante que todos estuvieran “atentos”. Aquí trabajé mi enojo, porque su forma de abordarme no me pareció, y trabaje el no juzgar, ella está en su derecho de decidir cómo impartir su curso, si a mi me funciona o no es otra cosa. Mi lección más grande fue tomar la decisión de ir. Hace años que no tomaba un curso presencial, por obvias razones. Pero me di la oportunidad de romper ese miedo. Y luego fui a dos sesiones hora y media. Me preparé con todo. Ese “preparar” a veces me llevaba a mejor me quedo. Porque es pensarle, es organizarse. Solté el miedo y lo hice y por eso ese curso valió la pena. Por todo lo que trabaje para llegar a el. Y ya estando ahí, para decidir y decir, no! esto no es para mí! Sí me costo llegar, estoy aquí, pero no es para mí. Soltar!! Y en ese soltar verbalizar con la instructora y agradecerle. Y aceptar que cada quien tenemos el derecho de decidir cómo hacer nuestras cosas.
Así es esto para mí, como el mar, olas van y vienen (emociones), estoy aprendiendo a sentirlas sin actuar/reaccionar. Claro que a veces se me va la rola y feo, pero bueno ni modo de eso también aprendo. Integrar vida a la vida, para mí significa ser mi yo más auténtico, no aparentar o crear escenarios, fluir con el ahora así como es. No forzar el momento a que sea algo que no es. Ser mamá me ha enseñado a improvisar! 💥
Namasté
Ana
Pd. Mi tesoro está en la foto. Me las trajeron del jardín 🍁🍂🍁💗